Hoy conocemos un poco más de cerca a Elena Díaz, compañera de la demarcación andaluza y especialista en acústica,  área por la que pronto sintió vocación. Inquieta y con afán de superación, cree firmemente en el papel destacado de los ingenieros técnicos de telecomunicación en el proceso actual de transformación digital. Por todo lo que pueden aportar y por todas las posibilidades que ofrecen a las nuevas generaciones. 

Gracias Elena por participar en la sección “Uno/a de los nuestros/as”, y compartir tu experiencia como teleco.

En primer lugar, ¿por qué te decidiste a estudiar ingeniería? ¿Y en concreto por qué telecomunicaciones?

Desde pequeña me ha gustado la tecnología. Ya con 5-6 años me pasaba horas delante del ordenador intentando averiguar cómo funcionaba. Ese interés fue variando con el tiempo hacia otros ámbitos y, si te soy totalmente sincera, nunca pensé que acabaría siendo ingeniera, y mucho menos teleco. De hecho, empecé económicas, pero pronto me di cuenta que no era lo mío: no aguanté más de un año. Buscando qué hacer me llamó la atención “Sonido e Imagen”. Realmente llegué de rebote, como muchos compañeros no sabía dónde me metía… pero al final resultó que esta carrera con fama de ser imposiblemente complicada, era incluso divertida.

¿Conocías a qué te ibas a dedicar como teleco?

Sinceramente no, nunca me habían explicado qué es lo que hacía un teleco, o sus salidas laborales más allá de colocar antena, ni tampoco qué se estudiaba. Sólo sabía los tópicos de nuestra profesión, estaba muy desinformada cuando entré en la universidad. En mi opinión, queda mucho trabajo por hacer en este sentido. Tenemos muchas competencias y adquirimos tantas capacidades que, incluso ahora, me sorprendo con la cantidad de cosas que podemos hacer y que, en general, se desconocen.

¿Tuviste algún mentor o persona que te inspirara?

Supongo que como cualquier adolescente te fijas en tu familia y las personas más allegadas. En mi caso, hasta ese momento siempre había seguido los pasos de mis hermanas, pero no me llegaba a convencer la rama sanitaria, por lo que opté por una parte más tecnológica.

Me hubiera encantado tener algún referente en este sector en ese momento, que me hubiera explicado y enseñado. Sin embargo, en la actualidad puedo decirte una gran cantidad de referentes y grandes compañeros del colectivo, como pueden ser Susana Bañuelos, Antonio Rodas, Cristóbal Martín, Pedro Córdoba, María Martín, Lola Peláez, entre muchos otros... En pocos años he tenido la suerte de conocer a muchos compañeros de los que aprender y seguir su ejemplo.

¿Cómo viviste tu etapa universitaria?

Si echo la vista atrás (y no son tantos años), tengo muy buenos recuerdos. Supongo que al final siempre nos quedamos con lo bueno y olvidamos esos momentos de estrés, exámenes, relaciones de ejercicios interminables.

No te puedo decir que todo fuera un camino de rosas, pero sí que cuando pienso en esa etapa, la recuerdo con una gran sonrisa.

¿Se cumplieron tus expectativas respecto a la carrera?

No solo se han cumplido, sino que se han superado con creces. Cuando estaba en la carrera y se acercaba a su fin, me sentía completamente confusa sobre cómo sería mi vida laboral. Sin embargo, la vida va poniendo cada cosa en su lugar y poco a poco todo ha ido rodando y encajando. La verdad es que no me puedo quejar. Cuando estudiaba tenía muy claro que me quería dedicar a la acústica y, nada más acabar, empecé como libre ejerciente en este campo, aunque tal y como he comentado, nuestra profesión tiene tantas salidas, que poco a poco he ido tomando diferentes caminos, y ¡el problema es que todos me gustan!

¿Sentiste desigualdad de género respecto a la presencia de matriculaciones en ingeniería?

No lo consideraría desigualdad, sino que más bien creo que se trata de una cuestión de desequilibrio. Es cierto que hubiera preferido tener más compañeras, es una tendencia que hay que cambiar, e intento aportar mi granito de arena para que esto suceda. Así, por ejemplo, colaboro en la cátedra Hedy Lamarr de la Universidad de Málaga cuyo objetivo es incentivar las vocaciones STEAM en las niñas. También participo  en diferentes acciones realizadas por nuestro Colegio, que está muy involucrado con este tema, o con MI Red. Ni que decir tiene que estoy totalmente convencida de la importancia clave de dar visibilidad a las mujeres y demostrar que estamos en el sector para acabar con los estereotipos y la minoría femenina existente.

¿Cuáles son las razones por las que crees que actualmente las vocaciones técnicas son bajas entre las chicas y no dejan de disminuir?

Creo que se debe sobre todo a un cúmulo de circunstancias. Un tema realmente clave es la escasez de referentes femeninos. Estoy totalmente convencida de la necesidad de que las futuras ingenieras tengan muchos más referentes femeninos. Otro tema vital es conseguir una mayor visibilidad del papel femenino en general. En este sentido, por ejemplo, el hecho de que en las diferentes reuniones o jornadas, el porcentaje de mujeres sea menor al 10%, no creo que anime a las jóvenes a lanzarse a este mundo. Asimismo, el prototipo tan arraigado de ingeniero-hombre que existe todavía en nuestro sector, no creo que sea de gran ayuda. Todavía recuerdo mi primer día de universidad, lo asustada que estaba, bajando las escaleras camino a clase, hablando por teléfono con mi madre y preguntándole ¿y si solo hay frikis?. También creo que influye en gran medida, como he comentado antes, el desconocimiento sobre las salidas laborales de nuestra profesión, y no solo entre las jóvenes.

¿Cómo te describirías? ¿Qué define tu carácter?

Me considero una persona alegre, positiva, bastante cabezota e intento sacar el lado bueno de cada situación y siempre dispuesta a ayudar a quien pueda necesitarlo.  

¿Qué es lo que más te gusta de esta profesión? ¿Y de tu trabajo actual?

Me apasiona el hecho de que podemos ayudar mucho a la sociedad, aunque es cierto que no es una labor muy visible. Estoy convencida de que los telecos transformamos el mundo, siempre estamos al pie del cañón y, gracias a la tecnología, podemos conectar personas, mejorar su día a día.

De mi trabajo actual es muy complicado poder decir qué es lo que más me gusta. Como he comentado anteriormente, tenía muy clara que mi vocación era la acústica y tengo que admitir que me sigue encantando. Al final, cuando conoces a gente que tiene problemas con el ruido y compruebas que gracias a tu trabajo puedes ayudar a mejorar sus vidas, sientes una gran satisfacción.

Además, en este momento desarrollo también mi labor profesional como gestora de clientes para la red Corporativa de la Junta de Andalucía y gracias a este trabajo, he aprendido que también me gusta mucho la relación con los clientes y poder asesorar en diferentes campos tecnológicos.

En casa siempre me han dicho que tenía que dedicarme a algo que me gustara y apasionara para que no se convirtiera en una obligación. Cuando permaneces todos los días 5 o 6 horas delante del ordenador, pero pasan tan rápido que parece que han sido sólo 10 minutos, te das cuenta que estás en el camino correcto.

¿Qué te aporta ser teleco profesional y personalmente?

Bajo mi punto de vista, profesionalmente hablando, ser teleco te ayuda muchísimo y solo hay que ver que nuestro sector tiene una tasa de paro del 1.6%. Considero que nuestra profesión y, especialmente, la manera que tenemos de pensar nos abre muchas puertas. Personalmente, me siento muy orgullosa de pertenecer a este colectivo que no cesa de avanzar y romper barreras.

¿Qué consideras que aporta la innovación y desarrollo tecnológico a la sociedad? Y en concreto, ¿qué papel tiene y va a tener el colectivo de los profesionales de las telecomunicaciones?

Vivimos en un mundo que está en evolución constante. Si pensamos en el primer ordenador que tuvimos, o nuestro primer móvil, o en cómo se nos desconectaba el internet de casa cuando llamaban al teléfono fijo, y en nuestro día a día actual podemos ver algunas diferencias. Creo que todos esos cambios a los que estamos acostumbrados y vemos con tanta normalidad han ayudado y siguen ayudando al día a día del progreso de la sociedad, en la educación, en la sanidad, en el crecimiento de la ciudades y las actividades. En general, nuestro colectivo es uno de los motores en esta innovación social.

¿Qué áreas creen que van a tener más desarrollo y mejores expectativas de futuro a nivel empresarial y laboral?

Estamos en el tiempo de los telecos, vivimos un momento de auge para nuestra profesión, puede considerarse que la transformación digital ha llegado para quedarse, abriendo un abanico de posibilidades como son la ciberseguridad, 5G, Inteligencia Artificial, Realidad Virtual, monedas digitales, blockchain, el metaverso, etc. 

¿Qué consejos le darías a un/a joven que se plantea estudiar telecomunicaciones?

Si te gusta la tecnología, investigar, cacharrear, y  resolver problemas, es tu sitio, no lo dudes.

Adelante, aunque pueda parecer difícil o, incluso, imposible. No te rindas, que al final se termina consiguiendo y es increíble, por muy tentador que pueda considerarse no acabarla. El mundo está cambiando de manera vertiginosa, y en gran parte es gracias a los telecos, por lo que no dude y se suba al carro, que l@ esperamos con los brazos abiertos

¿Qué cualidades destacarías de los profesionales de las telecomunicaciones?

Innovadores, creativos, pero, sin duda, su mayor cualidad es que son personas preparadas para trabajar en equipo y afrontan retos con gran disponibilidad y buenos resultados.

AL PRIMER TOQUE

Una comida: Tortilla de patatas

Un lugar al que viajar: Kenia

Tus hobbies: Patinar, leer, estar con mi familia y amigos.

Una película: La bella y la Bestia

Un grupo de música: Pereza

PERFIL

Elena Díaz

Ingeniera Técnica en Telecomunicaciones, especialidad Sonido e Imagen

Experta en Ingeniería Acústica

Gestora de clientes en la Red Corporativa de Telecomunicaciones de la Administración de la Junta de Andalucía (RCJA)