Santa Cruz de la Zarza (Toledo, 1955). Hoy recibimos en nuestra sección a nuestro compañero Martín Párraga, uno de esos profesionales cuya vocación viene forjada y marcada desde la infancia en la que tuvo como referente a un tío Doctor ingeniero industrial y escritor de varios libros, cuya carrera profesional le fue un ejemplo a seguir y así lo ha hecho durante estos años. Una dilata carrera en la que ha podido conocer de cerca la gestión de proyectos tanto en el ámbito público como en el privado, así como en el terreno nacional e internacional.
¡Hola Martín! Antes de nada nos gustaría darte la enhorabuena por el libro que has publicado, “Gestión Eficaz de proyectos de Telecomunicaciones e infraestructuras críticas”.
¿Qué te impulsó llevar a cabo este proyecto?
Si no transmitimos la experiencia a las generaciones posteriores, las estamos condenando a estancarse y repetir nuestros errores una y otra vez y , dado que no es fácil para los nuevos profesionales disfrutar de las vivencias que yo he tenido en estos últimos años en muchos países como director de proyectos, me pareció interesante abordar en un libro algunos temas fundamentales y metodologías que puedan ayudarles a evitar errores que yo cometí y superar con éxito las situaciones siempre complejas a las que se enfrenta un jefe de proyecto en un entorno internacional.
¿Cómo ha sido la experiencia?
La experiencia está siendo muy gratificante. Ya he recibido los comentarios alentadores de algunos lectores y he impartido dos charlas a los alumnos en el Campus Sur de la Universidad Politécnica de Madrid que pretendo extender a otros centros. Vaya mi agradecimiento aquí a su Dirección y a dos excelentes profesores por brindarme esa oportunidad.
¿Nos puedes hacer una breve sinopsis del libro?
El libro es una especie de guía o manual que no pretende ahondar en las teorías generales sobre gestión de proyectos sino en la manera práctica de llevar los proyectos más típicos de telecomunicaciones e infraestructuras críticas a buen puerto y para ello comienza identificando todo lo que caracteriza un proyecto, resaltando la enorme importancia del jefe de proyecto en los buenos resultados del mismo.
Seguidamente se identifican las bases para la correcta comprensión y manejo de un proyecto desde un punto de vista practico y experimentado y se propone una manera original y eficaz de planificar las diferentes etapas y actividades para optimizar los tiempos y llevar un adecuado control y seguimiento de las mismas que permita detectar anticipadamente las desviaciones y adoptar las medidas correctoras necesarias antes de que sea tarde.
Mas adelante se trata sobre la necesidad del uso de herramientas de planificación y se desarrolla un caso práctico en una de las más populares para ilustrar todo lo tratado anteriormente y se describe cómo llevar a cabo el cierre de un proyecto de una manera profesional.
Con algunos comentarios importantes, conclusiones y alguna anécdota se cierra este breve libro muy enfocado al ingeniero o profesional que se inicia o ya se desenvuelve en el mundo de los proyectos, pero extraordinariamente útil para el profesor y el alumno que necesiten complementar las teorías al respecto con un enfoque eminentemente práctico y dirigido a resultados.
¿Te planteas escribir un nuevo trabajo próximamente?
No me planteo escribir de nuevo sobre este mismo tema a corto plazo, el libro se ha publicado a primeros de año y aún es muy pronto para ver sus resultados, además, no me considero muy bueno escribiendo ni maestro de nada en especial pero si que adelanto que empecé hace muchos años un libro sobre esa gran “nada- todo” que es el universo al que “bautice con el nombre de “El Lago” y que me gustaría retomar un día de estos.
¿Qué oportunidades hay en la divulgación para los ingenieros?
Entiendo la pregunta como oportunidades en nuestro País y tengo que decir que he pasado décadas muy apartado, enredado en proyectos internacionales, siempre viajando e incluso viviendo en otros países y es ahora cuando estoy volviendo a “conectar” con la sociedad española y, sinceramente, no percibo un entorno favorable a la divulgación y la formación pero es solo una percepción personal.
Yo colaboré en revistas técnicas en los años 80 con artículos y bancos de pruebas y ahora, una prestigiosa editorial ha decidido publicar mi libro, luego no puedo decir que las puertas estén totalmente cerradas en este campo pero me cuesta pensar que un ingeniero pueda vivir de ello de esta manera. Sugiero explorar las oportunidades que brinda internet.
Yo aconsejo llamar a todas las puertas y abordar todas las posibilidades y sugiero a las autoridades políticas, universitarias y laborales que valoren adecuadamente la experiencia de los profesionales que han tenido una dilatada carrera internacional y arbitren los mecanismos necesarios para facilitar la transferencia de tan valiosos conocimientos a las nuevas generaciones. Me sorprende muy negativamente ver con que facilidad esta sociedad retira del mercado laboral a grandes profesionales sin transmitir antes ese incalculable legado.
¿Cómo ha cambiado el sector de las telecomunicaciones desde tus inicios hasta ahora?
Tecnológicamente, son obvios los enormes cambios que se han producida en estas décadas. Del fax y los teléfonos fijos que usábamos hasta el proyecto del Metro de el Cairo, pasamos al teléfono móvil y la RDSI que ya disfrutábamos en nuestro piso en Suecia en 1996 y las primeras conexiones de escritorio remoto vía modem que nos permitían configurar equipos desde España sin tener que llevar allí a los especialistas.
Con las grandes autopistas de la información como la que tendimos para Global Crossing en Sudamerica en 2001, I-21 en España y tantos y tantos otros tendidos de fibra por el resto del mundo, el desarrollo de internet fue exponencial y con él llegó el correo electrónico y todos los servicios de datos que hoy tenemos.
Si bien la propagación electromagnética es inherente a un medio y condiciones físicas de propagación y por tanto estable con los años, la manera de modular, comprimir y gestionar la información no ha parado de crecer y hoy conseguimos una densidad de datos impensable hace solo unas décadas pero imprescindible para los nuevos servicios de gran demanda de datos en terminales conectados por radio.
En lo social, el número de un teléfono dejó de estar adscrito a un número de una calle de una ciudad de un país determinado para estar asociado a una persona, esté donde esté y yo creo que aún hoy no valoramos adecuadamente lo que significa este enorme cambio social y su increíble impacto en la economía global por la optimización y aceleración de la gestión de los procesos.
Posteriormente y gracias a las mejoras antes comentadas en las redes de datos y al desarrollo increíble pero básicamente fuera de Europa de la circuitería se ha pasado de disponer de un teléfono de bolsillo a un verdadero terminal informático, siempre conectado a redes de datos y con aplicaciones de todo tipo que permiten más y más funciones y actividades al usuario cada día.
En el polo opuesto, he visto en estos años perder el control de la fabricación y la tecnología y cómo grandes expertos y profesionales que desarrollaban equipos propios en los 80´s se han marchado en silencio a la jubilación sin transmitir su incalculable experiencia y dejado paso a generaciones de usuarios de aplicaciones que corren sobre circuitos que ya no dominan.
En tu opinión y desde tu experiencia, ¿Cuáles son los mayores retos de las telecomunicaciones ahora mismo?
Puede que el reto hoy sea buscar la manera de mitigar el hecho de que muchos directivos de grandes empresas occidentales de telecomunicaciones cometieron a finales de los 80´s, principios de los 90`s el gran error de trasladar la fabricación de productos de alta tecnología a China y otros países asiáticos buscando una rentabilidad a corto plazo que ha sido el origen de su posterior ( y gratuito) desarrollo y la aparente quiebra de nuestro I+D y fabricación propia de productos sofisticados y novedosos de telecomunicaciones y con ello, la caída de la demanda de ingenieros para estas actividades.
De nuevo insisto en que se trata de una percepción basada en mis experiencias en China y otros muchos países y mi escasa presencia en el nuestro en los últimos años.
Sabemos que has sido responsable de numerosos proyectos de infraestructuras críticas y telecomunicaciones no sólo en nuestro país, sino en muchos otros países. En este sentido... ¿Podrías indicarnos en qué situación se encuentra España frente a otros países en este ámbito?
Cuando nuestros compañeros de Alcatel Italia habían ganado la implementación de los sistemas de telecomunicaciones, videovigilancia, megafonía, etc. de la línea 2 del Metro de El Cairo, fuimos contratados por ellos para aportar los equipos radio Tren-Tierra que ya había instalado Alcatel España en los Ferrocarriles Españoles, entonces me di cuenta de su enorme experiencia gestionando proyectos en aquel entorno difícil y nuestra dificultad con los idiomas y nuestra falta de preparación.
Posteriormente, fuimos los españoles los que ganamos un contrato similar al suyo en Suecia y nosotros pasamos a estar en primera fila de batalla como ellos en Egipto y la experiencia recogida en El Cairo fue el germen para formar y desarrollar un equipo que pudiera hacer frente a las altas exigencias de planificación, ingeniería y despliegue en campo que ese proyecto en “el primer mundo” nos exigía.
A lo largo de los años y con los diversos proyectos de muy distinta índole alrededor del mundo y aplicando los conocimientos adquiridos en múltiples cursos y seminarios, esas primeras experiencias resultan hoy anecdóticas pero fueron vitales para construir sobre ellas sólidas documentaciones en proyectos posteriores y para dirigir proyectos de una forma adecuada, sin complejos, ante cualquier cliente por muy exigente que fuera.
Con esta base, mi impresión es que la mayoría de las empresas españolas que conozco aún presentaban serias deficiencias organizativas en la implementación de proyectos internacionales y nacionales.
Hay renombradas empresas españolas de ingeniería que abordan grandes proyectos en diversos países pero identificar en la planificación la importante correlación existente entre la ejecución material e implementación en campo y las fases iniciales de un proyecto, me parecen aún una asignatura pendiente y esta fue una de las razones para escribir este libro.
Comparando con otros países y sin animo de caer en tópicos, yo diría que las culturas sajona y nórdica están más acostumbradas a la planificación e ingeniería minuciosa en despacho antes de salir al campo mientras que en nuestra mentalidad confiamos más en la improvisación y pagamos un alto precio por ello ya que un error de ingeniería o mala planificación pueden costar mucho tiempo y dinero luego cuando implementamos los sistemas en un país remoto.
¿Cuáles son las asignaturas pendientes en este campo para España?
La comunicación intercultural es fundamental en todo proyecto internacional, por ello, una formación adecuada en idiomas y diversidad cultural es un requisito imprescindible que no me parece que se esté valorando adecuadamente en nuestro entorno académico, si bien es cierto que los jóvenes de hoy disponen de muchos medios para minimizar esas deficiencias.
La individualidad imperante me preocupa enormemente pues desarrollar las facultades del trabajo en equipo es imprescindible para que cualquier proyecto avance sin conflictos interpersonales.
Un proyecto requiere de equipos bien preparados y coordinados donde cada elemento es vital en su función, por tanto, definir sin ambigüedades y pactar las responsabilidades y objetivos esperados de cada miembro del equipo es un requisito que no he tenido la impresión de que se siga “a rajatabla”.
Por el lado técnico, quisiera enfatizar la importancia de ser considerado por el cliente y sus ingenierías como una autoridad en la materia y lo ideal es incorporar productos y sistemas propios, de ahí la importancia de la formación y especialización continua de nuestros profesionales no solo en el terreno académico sino en el laboral y el comercial y la importancia de impulsar políticas dirigidas a identificar necesidades sociales y nichos estratégicos de negocio dentro y fuera de nuestro país que promuevan la investigación y desarrollo de soluciones avanzadas con las que concurrir a las licitaciones que surjan en cualquier parte del mundo.
España tiene que fomentar más la creación de grandes grupos compuestos de múltiples empresas especializadas que puedan concurrir a los grandes contratos internacionales y alcanzar acuerdos con gobiernos de países africanos y latinoamericanos, fundamentalmente, para financiar grandes proyectos que mejoren la calidad de vida en los mismos, reduzcan la brecha actual y den oportunidades laborales a sus ciudadanos como se hizo ya con un crédito blando en Bangladesh para el Jamuna Bridge Rail Link Project de los ferrocarriles de ese país.
Nuestras entrevistas las suelen leer profesionales jóvenes. ¿Qué consejos les darías a quienes acaban de graduarse en Telecomunicaciones?
Lo primero sería felicitarles por la carrera elegida y el éxito alcanzado y lo segundo animarles a complementar su formación académica con una mejora de su perfil internacional para un mundo cada vez más amplio y con una gran demanda de buenos profesionales de mente abierta y grandes capacidades de trabajo en equipo.
Terminada la carrera, es momento de reflexionar sobre qué y quién queremos ser, que tipo de profesional se ajusta más a nuestras expectativas, si un ingeniero de desarrollo, un ingeniero de sistemas, un jefe de proyecto , un emprendedor que quiere montar su propio negocio, un funcionario, etc. y hacer un auto análisis para identificar las fortalezas y debilidades propias que nos permita trazar un plan formativo dirigido a alcanzar ese objetivo, independientemente de que nos surjan otras oportunidades laborales en el camino que nos permitan aumentar nuestra experiencia laboral e incluso modificar nuestro objetivo inicial.
No dejarse embargar por el pesimismo y la frustración de los primeros intentos pues tenéis una vida por delante, el mundo es muy amplio y el dinero no sale del planeta, solo cambia de sitio, y siempre habrá oportunidades laborales para los buenos profesionales, solo tenéis que intentar ser uno de ellos.