Todotelecos emitió ayer un especial desde el Palacio de Exposiciones y Congresos FYCMA, que acoge una nueva edición de Greencities y S-Moving con presencia del COITT-AEGITT. El programa dedicado a la movilidad y coincidiendo con el día el patrón de las telecomunicaciones tomó el pulso al sector, sus oportunidades y retos en movilidad urbana sostenible.
El espacio comenzó con un repaso a la “digitalización forzosa y en tiempo record”, resultado de la crisis sanitaria del COVID-19. Un hecho diferencial que puso a prueba las redes españolas y que puso en valor el trabajo y esfuerzo de los ingenieros técnicos de telecomunicación. “Fue un sector clave y esencial para el mantenimiento de la conectividad entre las personas. Y da pie a más servicios y trabajo para los ingenieros”, explicó Mario Cortés decano del COITT.
“La digitalización no tiene marcha atrás. Somos cada vez ciudadanos más digitales y los ingenieros técnicos de telecomunicación, son esenciales dentro de esta transformación de la sociedad”, apuntó Eduardo Valencia, dtor. Ametic Barcelona.
En cuanto a los retos del COITT-AEGITT en esta nueva etapa pos pandémica en la que van a llegar una inyección fondos europeos dirigidos a la sostenibilidad y digitalización, Cortés destacó el papel del colegio como “colaborador de las administraciones para aterrizar los proyectos y que supongan un cambio. Se trata de usar el dinero para cambiar el modelo productivo del país”. Y entre esos desafíos y oportunidades, el decano destacó como claves para la vertebración del territorio y combatir la despoblación: ofrecer conectividad de calidad, servicios y una movilidad sostenible.
En este último campo, Cortés puso como ejemplo concreto la transformación del vehículo en eléctrico y conectado, en el que los ingenieros son los profesionales competentes. Una tecnología disruptiva por la que el COITT-AEGITT ha apostado a través del Grupo VECA, de forma pionera en esta transformación verde-digital que afronta el sector de la automoción.
La movilidad como un todo
“El transporte es un paradigma que va a cambiar, y cuenta con muchos actores implicados en esta revolución. En poco tiempo va a haber muchos cambios disruptivos, porque cientos de coches aparcados o guardados, carecen de sentido”, predijo Pablo Escapa, experto del grupo VECA.
Todos los invitados, coincidieron en señalar la necesidad de un cambio cultural en la ciudadanía y una voluntad política, que se considere la movilidad como algo integral. “Se necesitan unas políticas globales que apuesten por la movilidad. Hay que incentivar esta industria, reconvertir el sector productivo del automóvil español que es muy potente”, reclamó Mario Cortés.
“Europa marca las líneas económicas y los objetivos globales, pero los países tienen la obligación de crear modelos de colaboración público- privada y también publica-pública, para los ciudadanos podamos movernos de manera sostenible”, explicó Eduardo Valencia.
Avanzar en la normalización y estandarización
“El diseño en ingeniería es posible, nuestro vehículo transformado en eléctrico funciona perfectamente. Pero nos exigen un coste altísimo para el proceso de transformación. Es necesario que se adapte la legislación como en el resto de Europa, y se permita un conjunto funcional que se pueda replicar”, explicó Pablo Escapa como uno de los principales obstáculos para el avance del coche transformado.
“Visión, coordinación, colaboración público-privada y gobernanza”, resumió Eduardo Valencia como factores para impulsar dicha transformación industria en nuestro país.
“Falta que la normativa avance, en la movilidad las normas tienes que ir antes de la tecnología porque el riesgo es muy alto. Hay prototipos pero tiene que haber un avance en la normalización y estandarización, con una reglas claras de juego ya puede la industria avanzar”, comentó Cortés su intervención.
La cohesión de todas las tecnologías necesarias para la puesta en marcha del coche conectado, el análisis de datos para su funcionamiento y la ciberseguridad, serán áreas a testear y desarrollar. Campos en los que nos encontramos en una fase inicial y en las que según los expertos los ingenieros técnicos de la telecomunicación tendrán mucho trabajo en los próximos años.
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