Hoy día 17 de mayo, Día de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, el decano del COITT Mario Cortés, reflexiona sobre el presente y futuro de las telecomunicaciones en un escenario eminentemente digital en el siguiente artículo de opinión.
La sociedad, fruto de los retos que ha supuesto para el bienestar social y el mantenimiento de la producción empresarial la pandemia del COVID-19, ha descubierto el valor fundamental de las redes de telecomunicaciones, fibra o radio.
Esto sumado a la asunción de un discurso general de todos los sectores políticos, quizá más motivado por las directrices marcadas por la Unión Europea, en favor de las bondades que supone para todos los sectores económicos la digitalización y el uso de la inteligencia artificial en todos los procesos productivos.
Son las palabras de moda: digitalización, 5G, inteligencia artificial, industria 4.0, ciberseguridad, Big Data se han convertido en un mantra que se repite una y otra vez en los foros económicos, políticos y mediáticos.
Sin embargo, creo que no somos conscientes del reto que supone para el país esta nueva revolución y el cambio de paradigma social que va a conllevar. Para empezar, el principal reto es disponer del volumen necesario de profesionales para la digitalización de pymes, la ciberseguridad, el vehículo conectado, el hogar digital, la industria 4.0 y el smart agro, la generalización de la inteligencia artificial o la robótica, y ahí España empieza a tener problemas.
Las vocaciones en ingeniería han caído en los últimos años, el sistema educativo y la propia sociedad no fomenta estas vocaciones y los diseños de programas de formación profesional son insuficientes y poco ambiciosos. Cada vez les es más difícil a las empresas tecnológicas cubrir las ofertas de empleo que publican y las nuevas líneas de financiación con los fondos de recuperación vendrán a agudizar aún más esta situación.
Por otra parte, está instalado en el ideario colectivo que las empresas tecnológicas tienen enormes márgenes e ingentes beneficios, pero deben pagar cantidades astronómicas en cargas, tributos y tasas por el uso de espectro radioeléctrico. Véase como ejemplo el coste de la próxima subasta de frecuencias 5G.
Nada más lejos de la realidad, las TELCO españolas, están hiperreguladas y han caído drásticamente en empleos, cotización bursátil y beneficios en la última década. Y las empresas de base tecnológicas españolas distan mucho de ser los gigantes tecnológicos GOOGLE, AMAZON, FACEBOOK, HUAWEI o SAMSUNG, por poner los ejemplos más conocidos.
Y por último, muy relacionado con lo anterior, está el riesgo de que a pesar de todas las variables a favor del sector, que las iniciativas públicas y fondos europeos no sirvan para fijar y potenciar nuestra industria al territorio, atraer y retener ese talento que tanto nos cuesta a los españoles formar, y por contra sirva para potenciar aún más las industria extracomunitaria con recursos, talento y Know-How nacionales.
Todavía estamos a tiempo de cambiar estas tendencias, pero requiere del impulso de todos: agentes sociales, medios de comunicación, gobiernos, profesionales, empresas y toda la sociedad en general. El futuro es esperanzador en bienestar, progreso económico y justicia social. Nunca antes hubo tal capacidad tecnológica, a coste tan bajo y tan accesible para todos y todas.
¡Iniciemos juntos el camino!