Estamos en la obligación y en el tiempo de empezar a derribar barreras artificiosas que fueron creadas para jerarquizar a los ingenieros, con el objetivo de establecer filtros para permitir que solo unos pocos fuesen reconocidos para acceder a niveles de reconocimiento social, sin tener en cuenta el conocimiento real de lo que es la ingeniería, ni la formación en la búsqueda de su aplicación técnica.
Nunca, en ningún título de ninguna ingeniería, aparece la palabra “Superior”. Ésta ha sido una coletilla que siempre ha sido utilizada de forma interesada por unos pocos para beneficiarse de un reconocimiento social que nada tiene que ver con el conocimiento y el desarrollo profesional. El carácter de Enseñanza “Superior” de Educación Universitaria es tanto de la titulación de Ingenieros Técnicos como de la de los Grados, Ingenieros y Master, ya que así lo otorga el hecho se ser títulos universitarios. https://eacea.ec.europa.eu/national-policies/eurydice/content/types-higher-education-institutions-79_es
Todas las Ingenierías son “Técnicas”. No se conoce ninguna Ingeniería que no sea “Técnica”. El concepto de Ingeniería conlleva intrínsecamente en su definición la aplicación “Técnica” de los conocimientos científicos a la invención, diseño, perfeccionamiento y manejo de nuevos procedimientos en la industria y otros campos de aplicación científicos.
El uso tradicional e interesado de utilizar la palabra “Técnico” junto a ingeniero es una redundancia que, además de no aportar ningún valor conceptual, lo único que ha buscado ha sido diferenciar de forma artificiosa, entre ingenieros de primera e ingenieros de segunda, permitiendo a unos frente a otros ciertos privilegios reconocidos “per se” a la hora de acceder al mercado laboral o a puestos de responsabilidad, sin tener en cuenta los conocimientos adquiridos o trayectoria profesional. Cabría preguntarse entonces quiénes son los verdaderos Ingenieros, los que aplican la “Técnica” o los que ponen por delante una titulación.
Es el tiempo de la colaboración entre todos los Ingenieros. Las gestiones competitivas de antaño están dando paso a las gestiones colaborativas, centradas en conseguir que la tarta a repartir sea cada vez más grande en beneficio de todos y no dedicando los esfuerzos a competir por una porción de tarta sin ninguna posibilidad de crecimiento, en un mundo tan global y vertiginoso desarrollo como es el de la Ingeniería.
Por supuesto siempre es necesario que el Ingeniero continúe formándose y adquiera los conocimientos necesarios para su desarrollo profesional, ya sea estudiando Master, Doctorados, etc., pero el reconocimiento y respeto en el sector debe tener como base su trabajo, trayectoria y contribución a la sociedad y no una titulación que con el paso de los años pierde todo su valor práctico, dado los avances tecnológicos intrínsecos a las Ingenierías.
Luis Miguel Chapinal González
Secretario Técnico del COITT.