La soledad se ha convertido en uno de los principales problemas de nuestra sociedad contemporánea. El informe La soledad en España, elaborado en 2024 por el Observatorio Demográfico CEU - CEFAS, revela un dato alarmante: en 1970, en España había 660.000 personas viviendo solas en una población de 34 millones; hoy, con una población de 48,79 millones, los hogares unipersonales han aumentado hasta los 5,4 millones.
Este crecimiento exponencial plantea desafíos cruciales tanto en el ámbito emocional como en el físico, ya que la soledad no solo genera tristeza, sino que también impacta la salud con el aumento del cortisol y el debilitamiento del sistema inmunológico.
Cuando la soledad se combina con una situación de discapacidad, las dificultades se multiplican. Los riesgos de accidentes, la exclusión social y las barreras de accesibilidad restringen drásticamente la participación en la comunidad. Así lo explica el estudio elaborado por la Fundación ONCE / Inserta y NTT DATA presentado en el stand de España, Red.es, el pasado MWC25 sobre “El potencial de la IA generativa para reducir la sensación de soledad no deseada en personas con discapacidad”
Aquí es donde la Inteligencia Artificial (IA) y la robótica emergen como herramientas transformadoras. La IA generativa, en particular, puede desempeñar un papel fundamental en la mitigación de la soledad a través de tres pilares esenciales: complemento asistencial, motivación y apoyo emocional.
No se trata de sustituir el contacto humano, sino de complementarlo, ofreciendo compañía en momentos críticos, recordatorios para la realización de actividades diarias y hasta generación de conversaciones significativas.
La combinación de IA y robótica presenta soluciones que pueden ir desde ser una ayuda circunstancial hasta convertirse en un recurso esencial en casos de aislamiento severo. No obstante, la implementación de estas tecnologías debe gestionarse con cautela para evitar la dependencia excesiva o la sustitución de relaciones humanas auténticas. La tecnología debe ser un puente, no una barrera.
Desde el COITT somos conscientes del impacto positivo que la IA y la robótica pueden tener en la lucha contra la soledad. Por ello, consideramos fundamental prepararnos para este desafío. Para ello, promovemos cursos de certificación para profesionales y formadores dentro de la Red Nacional de Robótica Educativa, con el objetivo de acercar estos conocimientos a los más pequeños. El próximo curso está programado para el día 22 en la sede del COITT en Madrid.
La solución a la soledad no está únicamente en la tecnología, pero esta puede ser un aliado clave para ofrecer compañía, seguridad y autonomía a quienes más lo necesitan. Como se mostró recientemente en el programa de Antena 3, El Hormiguero en el que Pablo Medrano de Arriba, CEO de Casual Robots, empresa en la que colabora nuestro compañero Roberto Encinas, explicó cómo los robots pueden ayudar a las personas en situación de soledad. Ver vídeo “El futuro de los robots caseros”.
El reto es encontrar el equilibrio entre el avance tecnológico y el fortalecimiento de las conexiones humanas. En definitiva, el futuro nos invita a estar más conectados que nunca, no solo digitalmente, sino también en nuestra esencia como sociedad.