Cada 29 de septiembre, como todos los años desde el 12 de enero de 1951 en el que el Papa Pío XII nombró a San Gabriel patrono de las Telecomunicaciones y de sus trabajadores, celebramos nuestro día, por lo que vaya por delante mi felicitación a todos los Graduados e Ingenieros Técnicos de Telecomunicación que han elegido el maravilloso y trepidante camino de nuestra profesión.
Mucho han cambiado las cosas desde aquel día de 1951. Todo lo que en aquel año se utilizaba para prestar el servicio de telecomunicaciones, tan solo, en menos de una vida, reposa en las vitrinas de algún museo. Y es que los telecos tenemos impreso en nuestro ADN la actualización permanente de los conocimientos, a veces sin saber si es para adaptarnos a un mundo cambiante o sí somos nosotros los que utilizamos los conocimientos para cambiar el mundo, aplicando la famosa frase de Issac Asimov “La ciencia puede divertirnos y fascinarnos, pero es la ingeniería la que cambia el mundo.”
Ahora, en 2023, los ingenieros en telecomunicaciones somos más necesarios que nunca. Nuestro sector a nivel global vive un tsunami de tecnologías disruptivas: Inteligencia Artificial, Blockchain, Metaverso, Criptomonedas, 5G-6G, Smartcities, IoT, Big Data, vehículo autónomo, etc. Y detrás de cada una de estas palabras y lo que ellas suponen, estamos las personas, Ingenieros en Telecomunicaciones diseñando los equipos, infraestructuras, protocolos de comunicación y servicios para que todo funcione correctamente. Y funcionan.
Sin embargo, el sector de las telecomunicaciones en nuestro país vive un momento convulso sin precedentes, que nos puede hacer perder de nuevo el tren del desarrollo mundial. Problemas regulatorios han hecho que las operadoras en España y en Europa no estén lo suficientemente capitalizadas para afrontar las inversiones en infraestructuras y servicios obligadas por la evolución tecnológica, no pudiendo competir con las operadoras de EEUU o China. Bien es cierto que desde Europa llegan millonarias subvenciones para afrontar la transformación digital, pero históricamente se ha demostrado que las subvenciones pueden ser “pan para hoy pero hambre para mañana”, si te quedas descolgado de la evolución en un mercado global.
En el marco de esta situación, desde el COITT estamos trabajando para poner en valor nuestra profesión. Para ello es necesario que todos los Graduado e Ingenieros Técnicos de Telecomunicación estemos unidos y arrimando el hombro para hacernos valer y que se nos tenga en cuenta en todas aquellas decisiones que afecten a nuestra profesión. Cuanto más colegiados seamos, más fuerza tendremos y más alto se escucharán nuestras voces.
En España cada vez hay menos vocaciones de estudiantes de telecomunicaciones y los ingenieros que salen de nuestras universidades generalmente tienen puesta su mente en trabajar fuera de nuestro país. Desde el COITT estamos sensibilizando a las Administraciones y empresas buscando apoyos, para que nuestra sociedad ponga en valor el esfuerzo y dedicación de los profesionales de las Ingenierías en Telecomunicaciones.
Justo en el momento en el que somos más necesarios para nuestra sociedad, solo el 9% por ciento del total de ingenieros en nuestro país son de telecomunicaciones, y en los últimos 20 años el número de egresados en telecomunicaciones ha disminuido un 31 %, siendo líder negativo de todas las ingenierías. Unos datos que están recogidos en el Estudio del Observatorio de la Ingeniería en España.
Estoy convencido que el poder de resiliencia que demostramos a diario los Ingenieros en Telecomunicaciones hará que superemos el momento actual que vivimos, pero por si acaso, no viene demás poner una vela a nuestro Patrón San Gabriel, para que ilumine el camino de los que tengan que decidir el futuro de las telecomunicaciones en nuestro país.
¡¡¡Feliz Día de San Gabriel!!!
Luis Miguel Chapinal
DECANO del COITT